Niños con Valor fue fundada en agosto de 2005 por Jacqueline Álvarez Daza, una psicóloga con residencia en Cochabamba, y un joven misionero norteamericano, Endel Liias, que llegó a nuestro país para trabajar en el área social. En principio, su interés eran centros donde se albergan niños.
Endel, al llegar a Bolivia, muy rápidamente pudo percibir la crítica situación de los niños y mucho más la de aquellos que viven en circunstancias especialmente difíciles. Hizo su voluntariado en un hogar para niños abandonados y niños que vivían en la calle, muchos de ellos con problemas de consumo de clefa.
La realidad de estos niños les motivó a pensar en formas más efectivas y de largo plazo de ayudar a la niñez en riesgo, lo cual se plasma en la creación de una fundación sin fines de lucro que pueda captar recursos económicos que sirvan para apoyar a diferentes centros de niños. Eso fue posible gracias al apoyo de la iglesia de Endel: Christ Church, en Massachusetts, EEUU.
Se conformó el primer Directorio boliviano para la fundación y se empezó a trabajar en lo que vendría a ser la visión y misión de “Niños con Valor” (nombre que pretende recuperar el valor que tienen los niños ante los ojos de Dios y que deben tener ante los ojos de toda la sociedad).
Volviendo a su país, Endel dejo las responsabilidades de buscar financiadores y colaboradores a un voluntario Canadiense, Tyson Malo, quien junto a su familia hicieron de Cochabamba su nuevo hogar; Él trabajaba con Jacqueline para llevar adelante la visión de la nueva fundación. Dentro de los dos primeros meses de apoyo a otros centros ya se podía observar los cambios en los primeros niños beneficiarios en el área de salud, nutrición y contratación de personal para atención de los internos.
Como Niños con Valor (NcV) continuó aumentando su apoyo a los proyectos ya existentes, se presentó la posibilidad de ampliar los servicios y administrar de manera directa un hogar de niñas, conformándose la primera casa a la que se denominó “Corazón del Pastor” siendo los internos provenientes de otro hogar que se estaba cerrando. NcV lo hizo conjuntamente con una ONG denominada Visión 70-7 con base en Suecia. Constituyéndose Corazón del Pastor (CDP) en un hogar estable, seguro, y con mucho afecto para niñas huérfanas, abandonadas y en situación de riesgo comprendidas entre 5 a 18 años.
Trabajando en un sistema de alianzas y redes institucionales se vio la necesidad de ampliar la visión de la fundación y llegar a un grupo de población vulnerable y al que se presta escasa atención como son los niños viviendo con y/o afectados por el VIH/Sida.
Bolivia se encuentra entre los países de alto riesgo por su situación económica y las posibilidades de enfrentar una crisis grave si la población que vive con VIH aumenta en grandes proporciones, al no contar con recursos ni servicios adecuados. Por ello fieles al nombre de la fundación se vio la necesidad de incluirlos en nuestros servicios y devolverles el valor y dar a su vida un propósito.
El año 2008, entonces, se crea un segundo centro denominado Pedacito de Cielo (PDC) que se constituye en el primer hogar de su tipo en Bolivia, uno de integración para niños y niñas entre 0 a 5 años huérfanos, abandonados, situación de riesgo e inmunodeprimidos incluidos niños viviendo con VIH.
Actualmente, en 2011, ambos hogares funcionan como centros de integración para niños y niñas. CDP sigue funcionando como un hogar de niñas, ahora aceptando niñas desde sus primeros meses de vida, y cuenta con 24 niñas. PDC ha convertido en un centro específicamente para niños 0-18 años, donde 11 niños están viviendo.
Trabajando con niños en hogares siempre surgen preguntas sobre “por que”. Muchos niños viviendo en hogares en Cochabamba (un número que está por llegar a 4000!) tienen familias, y entre algunas de las causas tenemos que se debe a una falta de educación y recursos básicos que abandonan a sus hijos. Viendo esto, en 2008 NCV se crea el Programa “Un Niño a la Vez” que apoya a familias y comunidades que viven en condiciones críticas, como un trabajo preventivo.
Somos una institución aún muy joven y nuestra historia todavía está escribiéndose; junto a colaboradores y amigos; dentro y fuera de Bolivia seguimos implementando estrategias para mejorar y ampliar la cobertura a una mayor cantidad de niños, niñas, adolescentes y familias cochabambinas, brindándoles una atención de calidad, con calidez y mejorando sus condiciones de vida y proporcionándoles la esperanza de un futuro mejor.